Mientras la capital se revoluciona con la visita de Madonna, Paula Frederick propone un golpe de estado: “para mí, la diva más grande es Cindy Lauper, con chillidos, cachetes y mechones rosados incluidos”.(http://www.paula.cl/)
Escritos de mi autoría. Entrevistas/Columnas/Críticas. Publicadas en medios como Revista Fibra, Paula.cl, Revista Prende, Xplora y otros.
Mientras la capital se revoluciona con la visita de Madonna, Paula Frederick propone un golpe de estado: “para mí, la diva más grande es Cindy Lauper, con chillidos, cachetes y mechones rosados incluidos”.
Mientras congela una pirueta marcial en el aire sobre una escalera de cemento, Iván Jara atrae las miradas de los transeúntes que atestan el acceso al Mall Plaza Vespucio. Algunos lo apuntan sin vergüenza, otros lanzan un comentario que se pierde entre el ruido del tráfago urbano. Sin saber si todos lo reconocen, las manifestaciones públicas le han demostrado que su personificación de Seudo Robin en la película Mirageman, llegó derechito al corazón criollo...
Mientras se gana la vida estacionando autos a la salida de un supermercado en Escuela Militar, Eduardo De la Paz acumula monedas e intenta mantener a flote un sueño que se hizo realidad hace 18 años: el Club Unión Caribe, institución que acoge a más de 40 jóvenes drogadictos y con riesgo social.
Más de 25 kilos. Eso le costó a Robert De Niro su interpretación de Jake LaMotta, en una transformación física que sólo ha sido superada por los kilos de más de Vincent D’Onofrio en Full Metal Jacket, y que lo tornó prácticamente irreconocible. Un precio bajo a pagar, tomando en cuenta todo lo que esa interpretación trajo consigo: su primer Oscar, la pleitesía de la crítica, la etiqueta de una de las mejores interpretaciones de la historia. Referirse a Toro Salvaje, claro está, significa hablar de la sublime actuación de De Niro. Pero también de la dirección de Scorsese, quien encontró en la elaboración del filme la calma en medio de tiempos de turbulencia interior. De la fotografía de Michael Chapman, quien ya había colaborado con Scorsese en otra de sus películas cumbres, Taxi Driver. De la edición de Thelma Schoonmaker, para quién Toro Salvaje significó la génesis de su colaboración vitalicia con el director. De la banda sonora, basada en las obras del compositor italiano Pietro Mascagni. Porque en la unicidad de cada uno, radica la grandeza del todo. Un todo cuyo cetro varía entre la mejor película de los ochenta, y la mejor de la historia.
Después de ser el infaltable secundario de teleseries, el infiel y el gorreado en las series nocturnas de TVN y el protagonista de uno de los éxitos más grandes del cine chileno, El Chacotero Sentimental, al actor Pablo Macaya le queda poco por demostrar. Sin embargo, nunca ha dejado de dar vueltas de tuerca a su fructífera carrera...
La falta de amor propio invade el cable por estos días: familias de celebridades gringas tomándose la pantalla chica que, frente a las cámaras, usurpan con descaro del éxito (o del escándalo) ajeno.
Que la religión católica no es más que un recosido de mitos y leyendas. Que el atentado a las Torres Gemelas es otro engaño más. Que las grandes familias mueven el mundo como quieren. Así es: este documental nos dice que nos han metido el dedo en la boca, varias veces y descaradamente.
A los 100 años, Guacolda es profesora de matemáticas, práctica yoga y es un as de los zudoku. Su edad no calza con su andar erguido, su lucidez para mirar el pasado con la frescura del presente, su forma de enfrentar un siglo cumplido como un momento de repaso, pero como un nuevo tiempo para sorprenderse.
Durante nueve años, Diego ha tenido que luchar contra la obstinación de la madre de su hija, la ineficiencia de los Tribunales de Familia, los prejuicios de una sociedad que insiste en crear culpas infundadas. Movido por su amor incondicional y los bríos de la agrupación amordepapa.org, es uno de los muchos padres que hoy unen fuerzas para luchar contra la alienación parental. (http://www.paula.cl/)
Al igual que otros grandes, Henry Fonda siempre evitó verse en pantalla y jamás asistía al cine a ver sus películas. Sin embargo, frente al estreno de su rol protagónico en Doce hombres en pugna, decidió encararse a sí mismo en la penumbra por sólo 10 minutos. Se quedó más de una hora. Cuando quedaba poco para el final, el actor se levantó, se acercó al director y le dijo: “Sidney, es simplemente magnífica”. Luego, abandonó la sala en silencio. La sensación de encierro era algo que Fonda detestaba, pero fue lo que Lumet trató de acentuar al máximo en su obra culmine. Doce hombres en pugna había sido concebida para el teatro, y su génesis estaba en los ambientes cerrados, en la unicidad del espacio, en la sobriedad de la forma a favor de la riqueza del fondo.